11 de Octubre de 2017
Según UNESCO, millones de estudiantes no alcanzan un nivel mínimo de lectura ni en matemáticas. La única fórmula es “Educación = cantidad + calidad”.
El Instituto de Estadísticas de la UNESCO reveló datos correspondientes a la educación en el mundo, en los cuales América Latina y el Caribe mejoraron varios índices pero aún tienen desafíos pendientes.
Este organismo de la ONU dio a conocer cifras referidas a la cantidad de chicos y chicas escolarizados en el planeta y cuál es la proyección de acá a futuro. El marco del análisis es el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4, la meta educativa hacia 2030.
Además de la cantidad, UNESCO también dio a conocer referencias sobre la calidad educativa. En ese plano fue contundente: más de la mitad de los egresados de secundaria de América Latina y el Caribe no tienen los niveles mínimos de comprensión lectora.
En matemáticas las cifras no son mucho más alentadoras.
Estudiantes sin nivel mínimo de comprensión lectora (por región)
14 % América del Norte y Europa
31 % Este y sudeste Asiático
36 % América Latina y el Caribe
57 % Asia occidental y África del norte
88 % África subsahariana
La lectura en América Latina y el Caribe
Más de la mitad de los jóvenes que terminan la secundaria en esta región no alcanzan un umbral mínimo de capacidad lectora.
19 millones son los chicos y chicas en esa situación
36 % adolescentes actualmente escolarizados que no tiene nivel adecuado de capacidad de comprensión lectora
26 % en el caso de los chicos con edad de primaria
Las cuentas no dan
52 % de los jóvenes de la región no llegan a un nivel de suficiencia en matemáticas.
62 % en el caso de los alumnos de secundaria
46 % entre todos los de primaria
Frente a esta situación, Silvia Montoya, directora del Instituto de Estadísticas de la Unesco, plantea que hay una “nueva definición de analfabetismo”.
"Carecer de comprensión lectora es una especie de discapacidad o de incapacidad para poder insertarse en la sociedad, poder votar y entender las propuestas de los candidatos, poder tener entendimiento de los propios derechos y deberes como ciudadano. Me parece que afecta todas las dimensiones", afirma categóricamente.
La buena noticia: según UNESCO, América Latina y el Caribe es una de las regiones con mayores índices en cuanto a alcance de la educación y de las que más mejoró en los últimos años.
Sin embargo, en cuanto a calidad todavía hay cuentas pendientes. Hay múltiples factores que entran en juego, como políticas públicas, situación de la infraestructura, la vida cotidiana y familiar de los alumnos, la formación docente.
“Un chico que ingresa el año próximo a la sala de tres estará terminando el secundario en la década de 2030”, señalan Alejandra Cardini y Belén Sánchez, del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).
Más claro echarle agua. En 2030 muchas cosas serán distintas a hoy 2017. El mundo cambia constantemente, si la educación no acompaña ese cambio millones de jóvenes van a quedar vulnerables frente a la vida.
Learning for Life y la experiencia del Instituto Speroni, de La Plata , pueden ser dos tirones de orejas para repensar qué y cómo es la educación que necesitan los jóvenes.