17 de Diciembre de 2017
En Del Valle, provincia de Buenos Aires, una escuela salesiana comenzó a usar un biodigestor para producir energía a partir de desechos, cuidando así el medio ambiente.
Las escuelas agrotécnicas son uno de los pilares con los que se cimentó el carisma y la obra salesiana desde su fundación por parte de Don Bosco. El trabajo con los animales y la tierra y la formación en esta actividad son centrales en la congregación, siempre basado en la premisa de cuidar los recursos y el medio ambiente . Es decir, no producir por producir sino en sintonía con el planeta y otros seres vivos y tratando de aprovechar todo lo que se desecha y puede ser re-utilizado, algo vinculado con la economía circular. En función de estos lineamientos es que una escuela agrotécnica salesiana ideó un proyecto novedoso para obtener energía a partir de los residuos. Se trata de la Escuela Agrotécnica Salesiana “Carlos M. Casares” ubicada en Del Valle, que forma parte del partido 25 de mayo, en provincia de Buenos Aires y que cuenta con 300 alumnos. El actor principal de esta iniciativa es un biodigestor que convierte el sobrante del proceso productivo en gas para la institución, con el fin de disponer de agua caliente y calefacción.
¿Cuál es entonces la materia prima desde la que se produce energía? Los desechos de la producción tambera, avícola, porcina y del suero de la industria láctea, todas actividades que también se desarrollan en el establecimiento. La Escuela Agrotécnica propone entonces el cuidado de los animales que allí tienen así como del ambiente gracias al tratamiento de residuos y la reutilización de los mismos. Pero no solamente desde el trabajo concreto sino también desde la formación. Así lo explica su director, Darío Perera: “Hemos podido incorporar estos contenidos específicos en varias materias que cursan los alumnos”.