25 de Febrero de 2022

Estudiar: un sueño que se hace realidad

En el Bachillerato para Adultos de la Casa San José muchos jóvenes excluidos logran completar el secundario.

La educación es un derecho y debe ser para todos y todas sin distinción, pero en la práctica está lejos de concretarse. La deserción escolar es una barrera que afecta a muchos jóvenes.

Esta problemática se puede originar por distintos factores; ya sea por la necesidad de trabajar a temprana edad, realidades familiares complejas, falta de motivación y apoyo, entre otros. Lo cierto es que cualquiera sea su causa la consecuencia es la misma: se reducen las oportunidades a futuro.

Con el fin de cambiar este panorama la Casa Salesiana San José de Rosario cuenta con el Bachillerato para Adultos. Gracias a esta propuesta, muchos chicos y chicas excluidos del sistema educativo logran cumplir el sueño de completar el secundario.

Son jóvenes que se encuentran inmersos/as en un contexto desigual, con altos niveles de desempleo y empobrecimiento. Al no poder sostener sus estudios se topan con una barrera que reproduce estas dificultades: no contar título secundario es un escollo insalvable para conseguir empleo formal, ya que es el primer requisito que se les solicita.

La mayoría de quienes estudian en este espacio son mujeres, muchas de las cuales además son madres solteras. Un 30% de ellas son de comunidades originarias (Mocovíes y Qom) que migraron desde Chaco buscando mejores oportunidades.

Por lo tanto, se trata de un universo de personas muy vulnerables, que gracias al Bachillerato para Adultos puede prepararse de cara al futuro. En este espacio pueden cursar desde 1º hasta 5º año y cuentan con el acompañamiento de un tutor. Además, quienes están en el último curso reciben capacitación en informática básica, una herramienta clave para los tiempos que corren.

Con la campaña “Transformar una vida es transformar el mundo” nos proponemos becar a 20 jóvenes para que puedan cursar este año en el Bachillerato. Porque estudiar es su sueño, y entre todos podemos hacerlo realidad.