8 de Junio de 2023

“Para mí significa...”: ¡el CFP San José en primera persona!

Amistad, estudio, oportunidad, trabajo… jóvenes como Gustavo y Cele te cuentan qué es para ellos esta propuesta salesiana.

"Es una herramienta y un escalón que trasciende mi vida". Con esa contundencia Gustavo sintetiza lo que significa para él la propuesta del Centro de Formación Profesional San José, en donde cursa el taller de Electricidad.

"Agradezco que exista este centro de formación porque me permite adquirir conocimientos y herramientas”, agrega, y comparte que le hubiera gustado haberlo conocido más temprano en su vida: “Pero nunca es tarde para aprender”.

El Centro San José es un espacio de oportunidades para muchos jóvenes y adultos que no las encuentran en otro lado. En algunos casos, por una desigualdad de posibilidades según el género.

Una realidad que afectaba a Karen, que sin embargo halló finalmente el lugar donde hacer realidad su deseo de estudiar Electricidad: "En un ámbito que es casi exclusivo para hombres es lindo tener conocimientos y decir 'yo puedo' o 'yo sé hacerlo'. Sueño con trabajar de esto y demostrar que las mujeres también podemos".

Muchas puertas también se cierran por factores económicos. Mientras otras se abren, como lo cuenta Exequiel: "Nos permite aprender a quienes económicamente no estamos bien. Es la enseñanza que Don Bosco dejó de poder ayudar a jóvenes que no tienen la capacidad económica de estudiar".

MUCHO MÁS QUE EDUCACIÓN: CASA

Además del nivel educativo de una propuesta que cada año suma nuevos cursos, el San José se destaca por su ambiente familiar y receptivo. Es algo en lo que coinciden jóvenes como Cele (“me desestresa, me tranquiliza mucho") y Josué ("encontré amistad. Me gusta estar en clase, compartir con mis compañeros").

LA FIGURA DEL EDUCADOR, CLAVE PARA DON BOSCO

El educador salesiano va más allá de impartir conocimientos. Es una presencia cercana, que escucha, aconseja, se preocupa por la vida de quienes asisten al espacio.

Adri es la docente del curso de Pintura y le pone voz y rostro a esa vocación: “Gracias a Dios me han tocado siempre grupos maravillosos de alumnos. Están completamente unidos, se los ve contentos, compenetrados. Es más: ¡cuando terminan el curso no quieren irse! Se los ve muy contentos.”