3 de Septiembre de 2024
Un millón y medio de niños y niñas se saltean comidas. ¿Cómo responde la obra salesiana a esta difícil situación?
En Argentina hay actualmente un millón de niños y niñas que se van a dormir sin cenar. Ese dato se desprende de la reciente campaña de Unicef “El hambre no tiene final feliz”, en donde el número asciende a un millón y medio si sumamos a aquellos que se saltean alguna comida.
Es una situación muy preocupante en una etapa fundamental como la infancia, que se agrava al profundizarse el deterioro económico y social. Hoy más de siete millones de chicas y chicos viven en la pobreza monetaria, y los ingresos de casi la mitad de los hogares con niñas y niños no alcanzan para cubrir los gastos básicos de alimentación, salud y educación.
A través de acciones socio comunitarias que sostenemos junto a casas salesianas acompañamos a los chicos y chicas, y sus familias, que viven en situación de vulnerabilidad. Colaborá con estas acciones con una donación acá.
Los datos no son alentadores y parece difícil encontrar un paliativo. Sin embargo, es imprescindible sostener acciones mediante las cuales se acompañe a estos chicos y chicas y se cuide que estén garantizadas sus necesidades básicas.
Las casas salesianas de todo el país agudizan el ingenio para responder a las urgencias y ayudar tanto a los niños y niñas como a sus familias. En especial aquellas ubicadas en contextos de vulnerabilidad, como es el caso de Casa Oratorio Don Bosco en Córdoba Capital.
En esta propuesta, que es una de las acciones de la Parroquia San Juan Bosco y Santo Domingo Savio, se acompaña a chicos y chicas de barrios vulnerables como Villa El Sauce y Villa El Tropezón.
Son chicos y chicas cuyas familias atraviesan una situación económica precaria, y que están expuestos a los riesgos de la calle como la violencia y el consumo de sustancias. Además, ante la falta de adultos referentes, muchos de ellos tienen dificultades para sostener su trayectoria educativa y hay una problemática patente de deserción escolar.
Debido a todos estos factores, la propuesta integral de Casa Oratorio Don Bosco contiene una variedad de actividades diversas tendientes a mejorar su presente y promover un futuro más promisorio.
Entre estas acciones, se destacan las actividades lúdico recreativas que favorecen la socialización, la propuesta de apoyo escolar y otros talleres como manualidades y cocina para que los chicos y chicas aprendan en un marco de contención. A esto se suman las meriendas que se comparten todas las tardes, que además de una instancia más de socialización, son un refuerzo alimenticio más que necesario.
En Casa Oratorio participan chicos, chicas y jóvenes de 6 a 18 años, siendo una de las propuestas de la Parroquia. Además, hay oratorios festivos y actividades juveniles como Mallín y Exploradores, entre las cuales se acompaña a más de 250 niños, niñas, adolescentes y jóvenes de distintos estratos socioeconómicos, con foco en los que están en mayor vulnerabilidad.
Para sostener estas acciones socio comunitarias, necesitamos tu apoyo. Colaborá con estas acciones con una donación acá.