7 de Febrero de 2023
Como inmigrante, enfermero, creyente, salesiano. En cada arista de su vida podemos rastrear una historia que alcanzó la santidad.
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Artémides Zatti, oriundo de Italia y radicado en Argentina, fue un hombre que de las dificultades hizo su mayor fortaleza y, aún en los momentos más duros, no perdió la fe ni su predisposición para con los más vulnerables, por lo que fue reconocido como "enfermero de los pobres". Podés conocer su historia en esta nota.
Zatti fue una persona que como todas tiene varias facetas. Inmigrante, enfermero, creyente, salesiano. ¿Qué papel tuvo cada una en la vida de quien hoy es santo?
Como millones de familias de fines del S. XIX, los Zatti, campesinos trabajadores y sacrificados, emigran hacia América en busca de mejores condiciones de vida. Artémides contaba con 16 años y en su vida podemos ver su resiliencia ante las adversidades en el nuevo contexto. Los Salesianos de Don Bosco fueron una de las instituciones que propiciaron la inclusión de los migrantes a la vida social, cultural y productiva. Aquel migrante de Boretto encontró su vocación y desarrolló una vida plena. Un santo inmigrante, esperanza para tiempos difíciles.
La frase “creí, prometí, sané” muestra su dedicación con sus hermanos enfermos, los más pobres y necesitados. Siempre fue un enfermero dedicado a curar y aliviar, con sus credenciales profesionales (matrícula de Enfermero en la Universidad de La Plata y una certificación como “Idóneo” en Farmacia) pero especialmente llevando la presencia alegre y optimista de la empatía.
La faceta profesional de Artémides comenzó con una promesa a María Auxiliadora y se arraigó en la confianza en la Providencia. De nuevo la frase “creí, prometí, sané” resalta como un acto de fe que marcó su destino. Zatti veía en los enfermos al mismo Jesús.
Encontró en la figura del salesiano hermano el estilo del compromiso de trabajar directamente con los pobres. Su consagración religiosa vivida en la profesión de enfermero fue la conjunción de su vida entregada a Dios y a sus hermanos. Su semblante alegre surgía de un corazón en paz con Dios y sintiéndose amado por Él.
Con cada una de estas dimensiones, y con todas ellas conjugadas, Artémides construyó una vida que alcanzó la santidad. Él siempre entendió que lo esencial son “las personas” y su bienestar, y es a ellas a quienes dedicó sus esfuerzos. En su corazón salesiano y de enfermero todos son importantes.
Ser santo es dejarse abrazar en la propia pequeñez por el amor misericordioso de Dios, que a todos nos llama a ser felices. La santidad de Don Zatti es expresión clara del camino espiritual propuesto por San Francisco de Sales y que San Juan Bosco asume en su proyecto socioeducativo y pastoral. Un camino espiritual, con la propuesta de santidad para todos, viviendo con alegría y profunda confianza en el Amor de Dios.
FUENTE:
Nota armada en base a información en zatti.org.
¿Querés conocer más sobre la vida y obra de San Artémides Zatti? Encontralo en el documental “Artémides Zatti. El enfermero de los pobres” del Boletín Salesiano. Miralo acá.