13 de Noviembre de 2023

Los misioneros salesianos están donde nadie llega

Salesianos como el P. David y el P. Antonio recorren casi 2.000 km para acompañar a familias en parajes “abandonados” de Chubut

Si decimos Mallín de los Cual, Chacay Oeste o El Escorial es probable que la mayoría de quienes estén leyendo estas líneas no sepa a qué nos referimos. Y eso es lo que ocurre con muchas comunidades en Chubut y el resto de la Patagonia.

Los misioneros salesianos allí presentes dan testimonio de que son lugares muy abandonados por el Estado y otras instituciones, distantes unos de otros, con poca comunicación con centros urbanos y afectados profundamente por la pobreza. Muchos de ellos no ya visibilizados “al borde del camino”, sino directamente “inexistentes”. Excepto para ellos.

Nuestro compromiso es estar, siempre

Los misioneros salesianos de Gan Gan, como el P. David y el P. Antonio, recorren una zona geográfica de casi 2.000 km para estar cerca de quienes viven aislados en la meseta central-norte de Chubut.

De esa manera pueden acompañar a 4 poblaciones numerosas (Gan Gan, Telsen, Gastre y Lagunita Salada), 5 aldeas escolares, 8 Comunidades Mapuche-Tehuelche y numerosas familias distribuidas en la región.

La misión salesiana es la única presencia estable de la Iglesia en la zona, por lo cual sus acciones cobran un gran valor. Algo que ocurre hace casi 150 años.

Tenemos que remontarnos a 1875 para repasar la llegada de los salesianos desde Turín a Argentina. Liderados por el P. Juan Cagliero, primero se instalaron en la ciudad y provincia de Buenos Aires, y al poco tiempo llegaron a Tierra del Fuego.

A partir de ese momento se fue constituyendo la red misionera y escolar de la Congregación Salesiana en la Patagonia (con escuelas primarias , secundarias, de artes y oficios, agrarias e internados) así como un aporte científico, cultural y literario.

Una tierra en la que Ceferino y Artémides Zatti han dejado su huella imborrable y una historia que llega hasta hoy y que sigue viva en salesianos como P. David y P. Antonio, que llegaron de Europa a Argentina (España e Italia, respectivamente), como siguiendo ese hilo iniciado en 1875.

“Alguien piensa en nosotros”

Las acciones salesianas en la Patagonia están destinadas especialmente a quienes viven en situación de vulnerabilidad, que en esa parte del país es la realidad de muchas familias. La pobreza que afecta a gran parte de la población del país, allí se siente con mayor crudeza.

Es por eso que los misioneros acompañan de muchas maneras para contribuir a que tengan una vida más digna. Por ejemplo distribuyendo ropa, alimentos y leña en conjunto con Cáritas; trasladando a enfermos o personas varadas en el camino (por la nieve, en general); asistiendo en trámites; promoviendo propuestas educativas y sociocomunitarias como talleres de hilado y costura; ayudando a armar huertas y a distribuir galpones, tanques, bebederos.

Es una tarea sin horarios ni días de descanso, ya que se trata de “estar y compartir la vida” literalmente. Acercando la Palabra de Dios y evangelizando siempre desde el respeto a las tradiciones y creencias locales, en comunión con las comunidades originarias y compartiendo el cuidado de la casa común.

Estas acciones se sostienen con la colaboración mensual de muchas personas, gracias a quienes las familias pueden decir: “No estamos solos, alguien piensa en nosotros”. ¿Cómo podés ayudarnos a seguir acompañándolas?

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