2 de Diciembre de 2024
En un contexto de pobreza y vulnerabilidades, muchos jóvenes de La Rioja encuentran un refugio en la Casa Salesiana.
Para muchos jóvenes de La Rioja, como del resto del país, el día a día no es fácil. Viven en contextos de vulnerabilidad, expuestos a distintos riesgos, con pocas oportunidades de estudiar y/o trabajar. Un combo que muchas veces los lleva a perder la esperanza, caer en el desánimo y tener bajas expectativas para su futuro.
Un dato que ilustra parte de esta realidad es que actualmente la pobreza en Argentina es del 52,9%, mientras que en La Rioja alcanza el 66,4%, según la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC.
Frente a esta coyuntura que desafía a los jóvenes y sus familias, desde la Casa Salesiana “Monseñor Angelelli” responden al mejor estilo salesiano: teniendo sus puertas abiertas para recibir y contener, y siendo parte de la vida de esos jóvenes.
La situación atraviesa a todo el país y en La Rioja golpea especialmente a los adolescentes y jóvenes que ven alejarse sus proyectos.
Sin embargo, no tiene por qué ser así, y desde el año 2017 la Casa Salesiana “Monseñor Angelelli” ha venido desempeñando un trabajo constante y comprometido frente a esta realidad.
Con el lema “cuidar nos hace bien”, que día a día se fue haciendo convicción, la Casa abre sus puertas para recibir y acompañar a jóvenes que atraviesan distintas situaciones como consumo problemático de sustancias, falta de contención afectiva, condiciones habitacionales precarias, deserción escolar y desempleo o subempleo.
La acción de la Casa Salesiana se va nutriendo año a año de nuevas propuestas, adaptándose a las necesidades de los jóvenes y buscando que se sientan parte.
Una de estas propuestas es el “Oratorio de jóvenes”, que reúne actividades deportivas, culturales, recreativas, educativas y pastorales. Los jóvenes también comparten cada día un espacio de merienda donde, además de nutrirse, se genera un espacio importante de comunidad.
La intención es que puedan tener un entorno seguro, amigable y propicio para su desarrollo personal y social, además de fomentar su protagonismo y corresponsabilidad en su propio proceso de cambio y superación.
La relevancia de este programa es tal que la SEDRONAR la reconoce como Casa de Atención y Acompañamiento Comunitario (CAAC), lugar de encuentro donde se genera una red de apoyo y se fortalecen los lazos comunitarios.
El “Oratorio de jóvenes” se complementa con otras iniciativas como talleres de telar, carpintería, panificación y cocina en los que, además de las habilidades específicas, se forman en torno al trabajo en equipo, la responsabilidad, la creatividad y la capacidad de adaptación.
Actualmente 85 personas participan de las propuestas de la Casa “Monseñor Angelelli” en donde cuentan con el acompañamiento de una psicóloga y una trabajadora social, así como con un espacio llamado “Rondas de escucha”.
La Casa está ubicada en torno a barrios de bajos recursos que sufren diversas problemáticas sociales y situaciones de exclusión, la misma que afecta a los jóvenes que participan y a sus familias.
Es por eso que sostener las propuestas durante todo el año no es fácil, pero gracias a la colaboración mensual de muchas personas lo podemos hacer. Salir adelante es posible para estos jóvenes, pero para eso necesitamos tu apoyo.
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