12 de Octubre de 2023
La comunidad misionera de Zapala acompaña a familias que migran del campo a la ciudad así como a las que viven en parajes rurales aislados.
En Argentina más de 18 millones de personas viven bajo la línea de pobreza. Así lo detalló el INDEC en su último informe, en el que se indica que ese índice alcanzó el 40,1%. Además, un 9,3% (más de 4 millones de personas) se ubican por debajo de la línea de indigencia.
El último dato hace referencia a quienes no pueden cubrir la canasta básica alimentaria, personas que viven en condiciones precarias de trabajo y subsistencia y se ven más impactadas por la inflación acumulada de 80,2% que repercute especialmente en alimentos.
En algunos hogares la crisis golpea más fuerte, como en el caso de las familias que viven en parajes vulnerables de la Patagonia.
La comunidad salesiana de Zapala, en Neuquén, trabaja para cambiar esta realidad. Una tarea que no tiene horarios ni días de descanso, con el anhelo de llevar esperanza y contribuir a una vida más digna.
La Misión de los Salesianos en esa zona se manifiesta en dos ejes: acompañar a quienes viven en parajes rurales aislados y a aquellas familias que migran a la ciudad de Zapala.
Salesianos como el Padre Francisco acompañan a más de 15 comunidades, como Chacayco Sur y Aguada de Sala, alejadas de los centros urbanos y lo que estos representan en cuanto a oportunidades de estudio y trabajo.
En cada una de ellas viven jóvenes con sus familias en condiciones muy vulnerables y se sustentan en su mayoría gracias a sus animales. A la fragilidad socioeconómica, en estos lugares se suman la rigidez del clima, las grandes distancias, los caminos precarios y, en muchos casos, la falta de servicios.
Para paliar esta situación la comunidad de Salesianos junto a las Hijas del Divino Salvador visitan los hogares y ayudan a cubrir las necesidades más urgentes, como conseguir alimentos, ropa, calzado, leña y otros tipos de ayuda.
En estas acciones se involucran muchos jóvenes, como quienes participan de “grupos misioneros” y comparten experiencias solidarias en comunidades rurales.
Otra acción muy importante es el acompañamiento educativo, social y pastoral de las familias que migran a la ciudad en búsqueda de más oportunidades, una realidad que también se da en otras provincias.
Al igual que lo hacen en las comunidades rurales, en Zapala se sostienen propuestas socioeducativas como apoyo escolar, Oratorio (donde se comparten juegos, espacios formativos, meriendas), Catequesis, celebración de la Eucaristía.
También sobresalen los talleres de tejido artesanal, en el que participan principalmente mujeres, muchas de comunidades originarias.
Esto último es una muestra de la armonía que se promueve desde la Misión salesiana en cuanto a las costumbres y cosmovisiones locales, haciéndose hincapié en la promoción, defensa y recuperación de los valores de la cultura mapuche.
Un ejemplo son los talleres del idioma Mapuzungun, tan solo una de las formas en que se vive la inculturación e interculturalidad como interaprendizaje, encuentro y enriquecimiento mutuo, desde la perspectiva del cuidado de la casa común.
Todas estas acciones, desde las educativas a las pastorales, desde la ayuda con los bienes más indispensables al poder “estar y compartir la vida”... todo esto es posible gracias al apoyo de personas como vos y su compromiso con Por los Jóvenes - Don Bosco. Sumá tu donación ahora y ayudanos a seguir llegando a donde nadie más llega.