10 de Junio de 2018

Poder elegir el camino

Desde sus inicios el sistema preventivo tuvo a la formación profesional como una de las bases fundamentales. ¿Sabés por qué desde hace 150 años es así?

El sistema preventivo , enfoque socio-educativo impulsado por Don Bosco en el siglo XIX, se apoya en el acompañamiento de cada joven en un camino de aprendizaje y autoconocimiento que promueve el desarrollo personal.

Su premisa es que todo joven tiene potencialidades y virtudes, mientras que su meta es que, a través de distintas propuestas, las mismas afloren y se expresen. Por eso su eje es la prevención, en lugar del castigo y el límite, propios del sistema represivo. Hablamos hasta aquí de aprendizaje, autoconocimiento, desarrollo personal y poder potenciar las capacidades.

¿Cómo se vincula con la formación para el trabajo? En que todos esos criterios son la columna vertebral de la misma. Don Bosco comprendió que si los jóvenes se reconocían útiles y capaces elegirían actividades sanas y productivas (para la economía, sí, pero sobre todo provechosas para ellos a nivel personal). Las prisiones, tener que estar en la calle o robar en algún comercio ya no se cruzarían en su camino ni por su mente.

En nuestros tiempos la formación sigue siendo clave en la prevención. Ningún joven, de chico, sueña con ninguna de las situaciones de riesgo a las que muchos están expuestos. Sueñan con progresar, con crecer entre afectos, alcanzar metas. ¿Qué pasa cuando nadie les da las oportunidades y los dejan “a la deriva”? La formación para el trabajo no garantiza empleo. Ni es un empleo en sí. Es una propuesta para acercarlos a uno digno, así como un ámbito donde cometer errores con la posibilidad de aprender de ellos. La formación es el proceso en el que el joven descubre que sabe hacer muchas cosas valiosas, que obtiene resultados de su acción y que puede ir superando metas. Se conoce, se valora y construye un proyecto de vida . ¿Por qué? No sólo porque tiene la posibilidad de elegir el camino, sino también porque sabe que la tiene.  

La formación es oportunidad en el presente, como también lo es a futuro. Lo que se aprende hoy, de un oficio y de uno mismo, es la semilla de los logros de mañana.