13 de Septiembre de 2022
El Padre Ladnyuk, SDB, permanece en Ucrania junto a quienes sufren en primera persona la guerra, con la fe como sostén.
Es el amor lo que empuja a un sacerdote a permanecer en esta situación. Y un estado de ánimo dispuesto a ver la muerte y el sufrimiento, superándose a si mismo, sin hundirse en el dolor, sino tratando de establecer una buena relación con todos.
“La formación salesiana me ha ayudado mucho: la experiencia de los Oratorios nos acostumbra a tratar con gente de todo tipo y al cansancio físico”, cuenta el Padre Oleh Ladnyuk, salesiano, docente y capellán militar.
Él permanece en Ucrania a pesar del contexto, buscando en cada momento la forma de ayudar e intentando que la vida sea lo más cercana posible a la que supieron tener. Celebrar misa, comulgar y confesar con explosiones alrededor no es fácil, pero la fe, la comunidad y el carisma salesiano se hacen sostén.
“Me preguntan cómo hago para no perder la fe y me dicen que ven a Dios en mi persona. Para mí este es el reto”. Un gran apoyo para quienes trabajan en zonas de guerra es saber que no están solos, sino que hay una comunidad que reza, que espera, que le ayuda: “Me llaman, me escriben también desde Italia”.
Y se ven los milagros de la oración, al menos todas las veces que se salvó bajo fuego y estruendo de bombas gracias a la protección de María.
El Padre Ladnyuk lleva alimentos y medicinas, entrega ayuda a los hospitales, visita a los militares, transporta alimentos para los animales abandonados, así como ayudó a dejar el país a al menos 500 personas.
La experiencia más conmovedora y difícil fue la de haber llevado a menores sin sus papás: “Me los encomendaron porque confiaban en mí”. Afortunadamente, hoy todos ya se reunieron con sus progenitores.
“La experiencia con los jóvenes es la más difícil, pero también la más cercana a la espiritualidad salesiana”, cuenta, y cierra con un mensaje valioso: “Jesús siempre estuvo con los últimos, los más pobres. Debemos mostrarles a quienes hoy sufren que, a través de nosotros, Dios no los abandona; debemos darles esperanza”.
Fuente y foto: Agenzia Info Salesiana